Entre los aspectos relevantes y de los que más se hablan en las diversas plazas en las que la gente está acampada es de la necesidad de un compromiso político. Aquí entre en juego el voto de los españoles, que casualmente iba a producirse en masa una semana después del inicio de este movimiento. En este ámbito es donde se dan discrepancias entre los manifestantes, entre aquellos que propugnan la abstención como el único derecho político realmente útil para expresar su desencuentro con los políticos y la política actuales, y aquellos que, por el contrario, animan a acudir a votar en masa este próximo domingo. Allí y en sus discursos y asambleas plantean las posibilidades de voto sin posicionarse, pero rechazando en todo momento el bipartidismo, lo cual al mismo tiempo resulta algo contradictorio, porque aunque a alguien no le guste el bipartidismo, ¿no debe votar al partido que cree que lo hará mejor? ¿y si este se encuentra dentro del fenómeno del bipartidismo?
Había personalidades en el puesto de "información" que te explicaba las posibilidades de voto que tenías (real, nulo o en blanco), que provocaba cada uno y como debía realizarse a lo cual podía acudir todo el mundo.
Intereconomía, en primer lugar puso en duda la veracidad de la finalidad de este movimiento, pues dejan entrever en varios programas que creen que es una estrategia de la izquierda para conseguir votos. Esto lo fundamentan, en primer lugar en la casualidad extraña de que se produzca justamente una semana antes de que se produzcan elecciones. Y, obviamente rechazan a todas aquellas personalidades que defienden el voto en blanco, nulo o hacia la izquierda de manera tajante, pues lo toman como un error que ya se ha cometido y ha dado sus frutos podridos.
El País, en cambio, recalca continuamente el fomento del voto en blanco, antes que el no votar, sino llamar la atención de que, aunque el pueblo le interese la política social, ningún partido actual cumple los requisitos básicos para asumir el puesto. La cuestión se supone que es "no darle la espalda al sistema (por más que este se la esté dando a ellos)", lo cual también es apoyado popularmente pues el 89% de los españoles cree que, cada vez más, nuestros partidos políticos tienden a pensar únicamente en lo que les beneficia e interesa; un 73% añora el espíritu de consenso del período de la transición a la democracia; y un 79% cree que tal y como los partidos están ahora organizados y funcionan es muy difícil que logren atraer y reclutar a las personas más competentes y preparadas. Así, también mencionan a menudo el rechazo al bipartidismo que "deja fuera a los pequeños", lo cual creo que no es del todo "apolítico" como se proclaman ellos.
A pesar de todo, el 22 de Mayo la mayor parte de los ciudadanos españoles fue a votar y se produjo un éxito masivo por parte de los populares, a lo cual, los "indignados" no le dieron la más mínima importancia. Y como único gesto tras la votación, han acordado guardar esta noche, a las 23.59, un minuto de silencio para demostrar la unidad del movimiento.
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